La Niña y el Paraguas
Corrí a la puerta, quería ver que estaba ocurriendo a fuera; la música venia de la calle y el calor inundaba todo, el Sol entró de sopetón, me abrazó, le dio dos besos a mis mejillas y me invitó a salir; yo sin pensarlo cogí el Paraguas que estaba en la entrada, él, el que solo sabía de lluvia de viento y frío no podía perderse la fiesta.